El 26 de junio es el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, para reforzar la actuación y la cooperación para alcanzar el objetivo de una sociedad internacional. 

En Argentina, y en Bahía Blanca, hace siete años que surgió el movimiento Ni un pibe menos por la droga, como una necesidad de poder dar respuesta a la situación de consumo problemático de sustancias que se presenta, principalmente, en los barrios, y que tiene graves consecuencias sobre la juventud.

La referente local, Eugenia, contó: “Empezamos a organizarnos a nivel nacional bajo esta consigna, ni un pibe menos por la droga. El objetivo tiene que ver con poder cuidar a la juventud y todo el potencial que los jóvenes tienen. Dar una batalla contra la cultura del reviente”.

“Muchas veces el consumo tiene que ver con situaciones que se no resuelven en la vida cotidiana. Conflictos, situaciones de violencia. Es una problemática que es multifactorial, y el objetivo tiene que ver con llegar a tiempo. No solamente poder atender a consumo una vez que esta instalado, sino generar herramientas de prevención”, afirmó, en comunicación con El Digital de Bahía.

Redes y equipo

En la ciudad, el grupo trabaja en el barrio Portal del Este, y en el Centro Cultural La Esquina de Otto. Allí, desarrollan diferentes talleres, actividades culturales, recreativas, de capacitación en oficios, y de tratamiento y asistencia a quienes están, o tienen familiares, en situación de consumo.

A partir del trabajo articulado con otras organizaciones sociales nucleadas en el Centro Cultural, se armaron Casas de Atención y Acompañamiento comunitario, que dependen de la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar): El organismo a cargo de coordinar políticas públicas enfocadas en la prevención, atención, asistencia y acompañamiento de personas con consumos problemáticos de sustancias, en todo el territorio nacional.

“Contamos con profesionales capacitados, con atención psicológica que se coordina con las instituciones del barrio, unidades sanitarias. Y, en casos de que se requiera alguna intervención mas compleja, a nivel hospitalario”, explicó Eugenia.

Espacios de contención

“Nosotros entendemos que la situación de la juventud, y lo que tiene que ver con el consumo de sustancias, tiene que ver con una estructura social dentro de los barrios donde hay poca oferta en lo que tiene  que ver con lo recreativo, y los lugares de esparcimiento de la juventud”, reflexionó la referente.

En esa línea, expuso que son pocos los lugares donde se pueden encontrar Programas Envión, talleres, o lugares de recreación donde las y los chicos y jóvenes puedan ir a desarrollar otras actividades que se presenten como una alternativa a estar en la calle: “Por eso es una pelea muy grande. Por ejemplo, en Portal del Este, queremos tener una Sociedad de Fomento”.

“Queremos que puedan existir lugares, por fuera de lo que es el centro, o los lugares hospitalarios o específicos. Lo mismo las capacitaciones en oficios. Son muy pocos los lugares del territorio barrial donde, si uno quiere realizar un curso, una capacitación que te pueda brindar una salida laboral”, indicó.

Gran parte de las tareas de Ni un pibe menos por la droga es generar un espacio de prevención del cual participen chicos, chicas y sus familias, para elaborar colectivamente una salida de la problemática: “Hacemos foco en cómo podemos llegar antes que el consumo. Lamentablemente, a veces vamos corriendo atrás de la pelota, sobre una situación que nos viene ganando”.

“Trabajamos sobre cómo luchar en conjunto por esas necesidades que, entendemos, son necesarias para poder encontrarle sentido a la vida, a lo que hacemos, a la búsqueda laboral. Cómo hacemos talleres para elaborar currículums, cómo nos insertamos en el mundo laboral”, concluyó.

Para saber más sobre las actividades y proyectos, están disponibles las redes sociales de la agrupación, en Facebook e Instagram.