Un policial que devuelve a las pantallas un clásico detective literario.

Sombras de un crimen, parece un neo noir ambientado Los Ángeles a finales de la década del 30, pero es una coproducción europea rodada en Cataluña, porque la “gran industria” ya no los produce.

Su título original es simplemente Marlowe, como el detective creado por Raymond Chandler en 1934, aunque se basa en la novela La rubia de ojos negros escrita por John Banville en 2014.

Nueva colaboración de Neil Jordan como realizador y coguionista y Liam Neeson como protagonista, dos irlandeses en el Hollywood de la década del 30 que la trama usa como trasfondo.

Trama que comienza como muchos policiales negros, cuando una bella mujer entra en la oficina de un detective y lo contrata para buscar un amante desaparecido.

Rápidamente, Phillip Marlowe averigua que el caballero en cuestión era un actor de segunda, que murió en circunstancias sospechosas frente a un club exclusivo y luego va destapando unos cuantos chanchullos entre figurones del medio cinematográfico, criminales de poca monta y la policía local.

Buena ambientación de época, buena música jazzeada -con algún tema de Louis Armstrong-, buenas intervenciones de Jessica Lange como una ex diva,  Neeson haciendo bromas sobre su edad y un par de escenas de acción para avivar la cosa, pero un resultado demasiado plano porque el guion tiene poco suspenso y demasiados  lugares comunes, como el enésimo villano de Danny Huston.

Un film correctito, que sin Neeson no hubiera llegado a las salas.

Ficha técnica/ Dirección: Neil Jordan. Guion: William Monahan, Neil Jordan. Fotografía: Xavi Giménez. Música: David Holmes. Intérpretes: Matt Liam Neeson, Diane Kruger, Jessica Lange, Danny Huston. Origen: Irlanda, España, Francia-  2022. Calificación: Sólo apta para mayores de 13 años.