Lobos, aves y tortugas marinas son las especies más habituales, y también, los delfines y las ballenas, entre los cetáceos.

“Los animales no son peligrosos ante la presencia de un humano, pero no saben nuestra intención, lo primero que hacen es amedrentar con su voz de alerta, es importante no intentar tocarlos porque pueden morder a modo de defensa, son seres sintientes, inteligentes, de acuerdo a nuestra actitud van a responder, no hay que acercarse”, dijo la licenciada en Ecología, protección y conservación de recursos naturales, Maria Victoria Massola, quien también es profesional técnica de la Reserva Natural Bahía Blanca, Bahía Falsa y Bahía Verde, fundadora y presidenta del Centro de Asistencia Primaria y Educación Ambiental.

Nota completa en la edición Nº 83 de Ecos Puntaltenses, producto de la Cooperativa de Trabajo Ecomedios. Todos los derechos compartidos.