La Plaza del Algarrobo es uno de los pulmones verdes de la ciudad. Arbolada y cuidada por vecinas y vecinos voluntarios, se estableció como uno de los lugares más atractivos para pasar las tardes de verano, y cuenta con una amplia propuesta cultural para toda la familia.

Anteriormente el sector de la Plaza del Algarrobo, donde se encuentra el histórico puente negro, era un lugar dominado por yuyales, basura, abandono e inseguridad.

En el año 1989, Enrique Verdugo comenzó a plantar las primeras plantas y a modificar ese sector. Frente a esta iniciativa las y los vecinos fueron sumándose, expandiendo el lugar que hoy incluye desde calle Labarden hasta calle Liniers.

En el 2009 se le asigno el nombre de la plaza, ‘Plaza del Algarrobo’, que fue elegido en honor al viejo algarrobo situado a un costado del puente negro, y en el 2012, el grupo se transformó en ONG, con el objetivo de cuidar y velar por la seguridad del espacio, ofreciendo a la comunidad un lugar con calidad ambiental, de disfrute y descanso.

La secretaria de la ONG, Sofía Parodi, en diálogo con la Cooperativa de Trabajo Ecomedios, indicó que “si bien en un principio costaba y muchas veces era volver a empezar, ya que robaban plantas y objetos de trabajo o rompían juegos y plantas; hoy en día la gente tiene más conciencia respecto al cuidado de los espacios verdes y del trabajo que lleva la ejecución del mismo”.

La Plaza, hoy

Actualmente, cuenta con una vida activa, con la que se congregan diversos grupos para realizar actividades gratuitas destinadas al público general. Durante los meses de verano, la propuesta fija es de Cine al aire libre.

Sin embargo, Parodi indicó que “la actividad primordial que se destaca en cuánto a la participación de la comunidad es el compromiso a operar, mantener y administrar el espacio para que sea un espacio público activo”.

“La gente busca el valor físico de la plaza, de despeje, oxigenación, recreación; el valor simbólico y social, como espacio de reunión, de lazos y costumbres; el valor ornamental, ya que contamos con más de 250 especies distintas de árboles, arbustos y flores; y el valor científico, en base a la diversidad de especies, es un atractivo para investigaciones científicas tanto de flora como de fauna”, destacó.

En cuanto a la organización de los eventos, corre por parte de quienes presentan la propuesta. Para solicitar el espacio, se debe tratar de actividades sin fines de lucro, y el compromiso respecto al cuidado del lugar. Además, una vez que se coordina el día y hora, se habilita el servicio eléctrico para quienes lo necesiten.

Para conocer las próximas actividades, se pueden consultar las redes sociales de la Plaza del Algarrobo, Facebook e Instagram.

Fotografías: Cortesía de la Plaza del Algarrobo