Una comedia romántica argentina, que fue estrenada a principios de diciembre en Netflix.

En los minutos introductorios de esta comedia dirigida por Sebastián De Caro, Belén – Luisana Lopilato- y Fernando – Juan Minujín- se conocen durante un accidente de tránsito y sin solución de continuidad los reencontramos años después, como una pareja constantemente tensionada por la rutina diaria y la crianza de sus hijos.

Pero… les recomiendan una aplicación que garantiza la felicidad matrimonial gracias a un sistema de puntos gestionado desde relojes inteligentes, con la que se consigue sumar “millas” – de allí el título- con buenas acciones y se pierden con las malas, que al principio parece funcionarles pero luego se les va yendo de las manos.

Salvo la ironía sobre la actual dependencia de los gadgets tecnológicos, la trama desarrolla los tópicos sobre las dificultades de la vida en común de tantas otras rom-coms; no tiene el estilo de los anteriores trabajos de su director porque se trata de un encargo y la falta de química entre los protagonistas desluce sus esfuerzos individuales.

A pesar de lo anterior, Matrimillas puede disfrutarse como un entretenimiento ligero en el que destacan los aspectos técnicos, la dirección de arte de Mercedes Alfonsín y secundarios como el de Julián Lucero o el breve de Betiana Blum – respectivamente el mejor amigo y la madre del protagonista-, por lo que no es extraño que sea uno de los títulos del momento en “la plataforma pionera” con varios millones de vistas.

Ficha técnica/ Dirección: Sebastián De Caro. Guion: Gabriel Korenfeld,  Rocío Blanco. Música: Pedro Onetto. Fotografía: Fernando Lockett. Intérpretes: Luisana Lopilato, Juan Minujín, Andrea Rincón, Cristina Castaño. Origen: Argentina- 2022.