La comunidad vecinal del barrio 9 de noviembre realizó un abrazo solidario al predio que utilizan para realizar las actividades de la Escuelita de Fúbtol, Hockey y Boxeo, ante un pedido de desalojo que dejaría a más de cien niños, niñas y adolescentes sin un lugar de contención.

Si bien durante el año 2015 las y los dirigentes de la institución presentaron las planillas correspondientes para una regularización de tierras solicitadas por la intendencia local, nunca tuvieron una respuesta. En el 2018 fueron notificados de que los papeles estaban en La Plata, pero nuevamente se frenó el trámite, hasta que llegó el pedido de las tierras.

“Se viene trabajando en este predio hace veinte años. Los mismos vecinos del barrio hicieron este lugar presentable, porque era un basural. Había mugre, no había calles, ni agua, ni luz”, contó la presidenta de la Escuelita, Paola Vega: “Empezamos a hacer este lugar para el esparcimiento de los chicos, porque no había nada, y hoy los chicos participan en la Liga Municipal. Hicimos todo para que puedan tener las mismas oportunidades que los demás”.

Trabajo sostenido

La institución, que brinda contención, deportes y merienda a alrededor de cien niños, niñas y jóvenes, es gestionada por los mismos vecinos y vecinas. El predio contiene dos canchas, dos baños, y un salón que aún falta techar.

Ante esta situación, desde el Municipio les ofrecieron cederle un espacio de la plaza ubicada en Parera al 2300, e incluso un contenedor para que continúen con sus actividades.

Vega, en diálogo con la Cooperativa de Trabajo Ecomedios, explicó que “nos cayó realmente mal, tiran más para la parte privada que para nuestro lugar, y el valorar tantos años de trabajo por los chicos, desde la parte social. Cosas que cubrimos, cuando sabemos que las políticas sociales no abarcan. Cosas que no se solucionan dando una bolsa con mercadería, sino ensuciándose las zapatillas, haciendo cosas para que los chicos tengan una mejor calidad de vida”.

“A la plaza, desde que la hicieron, nunca le dieron el mantenimiento que tiene que tener. Los pastos están altos, los chicos ni siquiera pueden disfrutar de las hamacas. Además, nos dijeron que nos iban a hacer tres canchas, que lo iban a poner en condiciones. Y todo esto sin saber, sin haber averiguado, que hay una ordenanza que dice que en espacios públicos no se pueden hacer edificaciones. Así que no podríamos contar con baños ni con el salón, en el que le damos la merienda a los chicos”, señaló.

Identidad barrial

La referente apuntó que la solicitud por las tierras se dio luego de que, a través de la gestión vecinal, se logró instalar el servicio cloacal, la luz, y el asfalto.

De esta manera, afirmó que “vamos a seguir peleando por nuestro sector. Es una tomada de pelo, un atropello a los derechos de nuestros chicos, a tantos años de laburo ahí. Decidimos no hacer más caso a lo que nos digan, a lo que nos ofrezcan, porque realmente nada de lo que nos decían nos terminó de convencer, porque no tenían idea de lo que nosotros les estábamos hablando”.

“Sabemos que están ofreciendo las tierras a precio dólar, y nos parece realmente decadente cómo todo se puede borrar así nomás, con el hecho de tener poder, llegada a la política. Que nos quieran sacar así como si nada, después de tanto trabajo, y que nos dejen sin el espacio que es identidad para el barrio, para los chicos”, enfatizó.

Además, indicó que las y los chicos que asisten a la Escuelita, lo hacen desde el mismo barrio 9 de noviembre, pero también de Villa Hipódromo, Millamapu, Villa Cerrito, Sánchez Elías, e incluso Villa Rosario.

Vega concluyó que “lo que queremos es que no nos molesten. Estamos trabajando bien, todo lo que hacemos es darle unas horas de calidad a las infancias y adolescencias. Vamos a seguir resistiendo, y veremos qué curso toma esto”.