Un thriller oscuro que está entre la decena de candidatos al Oscar a Mejor Film de 2021.

Tras el suceso y los premios de La forma del agua (2017), Guillermo del Toro no había vuelto a dirigir y finalmente lo hizo con El callejón de las almas perdidas, segunda versión cinematográfica de la novela del estadounidense William Lindsay Gresham, más que una remake de la rodada por Edmund Goulding en 1947.

El protagonista es Stanton Carlisle – contenido Bradley Cooper-, que a finales de los años 30 trabaja en una feria desvencijada, donde descubre su talento para manipular al público.

Talento que lo convierte en un exitoso mentalista, hasta que conoce a la astuta psiquiatra con la que establece una sociedad tan lucrativa como peligrosa.

Dos términos podrían definir a este thriller entre el neo-noir y el drama psicológico: uno es cinefilia, porque el primer tercio -el segmento más logrado de total de 150 minutos- atrapa con su homenaje a Freaks (Tod Browning; 1932) y con un elenco de secundarios que brilla en sus breves intervenciones y el otro manierismo, porque cada rubro técnico y artístico – ambientación, luz, música, vestuario, gestualidad- fue cuidado al máximo para recuperar el espíritu del cine negro clásico y también deslizar una actualísima entrelinea sobre los alcances de la mentira.

Mientras que los dos tercios restantes, no obstante la belleza de las imágenes, se demoran en detalles menores, hasta que aun sin sorprender el final cierra el círculo de manera convincente y deja una buena impresión de conjunto.

Ficha técnica/ Dirección: Guillermo Del Toro. Guion: Kim Morgan, Guillermo Del Toro. Música: Nathan Johnson. Fotografía: Dan Laustsen. Intérpretes: Bradley Cooper, Cate Blanchett, Whillem Dafoe, Toni Colette, Rooney Mara. Origen: USA, México, Canadá- 2021. Calificación: Sólo apto mayores de 16 años.