Trabajadores y trabajadoras culturales se manifestaron frente al Concejo Deliberante contra un proyecto oficial que atenta con la ordenanza que nutre al Fondo Municipal de las Artes.

En el mes de julio, se recibió de parte de la dirección del Instituto Cultural un proyecto que plantea una reducción del 50% de la tasa que –quienes producen espectáculos de carácter nacional o internacional- deben aportar a la cuenta especial que alimenta el “Fondo Municipal de las Artes”.

Quienes encabezan el Consejo Cultural Consultivo, se pronunciaron previamente en detrimento de dicha iniciativa. Aun así, el proyecto avanzó y el pasado jueves 16 de septiembre iba a ser tratado. Por ese motivo, los trabajadores y las trabajadoras se autoconvocaron para enunciar su descontento contra una medida que atenta no sólo con sus derechos sino con el derecho a la cultura de la comunidad bahiense.

Finalmente, el proyecto no obtuvo el quórum necesario para eso pues el Frente de Todos no dio su aval. Sin embargo, existirían otras formas para que esta propuesta continúe avanzando. En ese marco, se plantea una nueva movilización para el jueves 30 de septiembre a las 11.30 hs, fecha en la cual se volvería a tratar.

Situación de arrastre

En 2016,  se intentó vetar la ordenanza que da marco al funcionamiento del Instituto Cultural. En 2019, la fiscalización de los espectáculos se redujo de forma tal que hoy existe una deuda que aún no fue saldada. En 2020, se intentaron derogar todas las ordenanzas culturales y meses después se agudizó la privación del presupuesto económico que por ley está establecido para la Cultura local.

Entre otros eventos desafortunados para quienes hacen a la Cultura, el gobierno local ahora impulsa el proyecto que atenta contra el “Fondo Municipal de las Artes”. Si bien se estipula que el 50% restante será compensado por fondos de libre disponibilidad recaudados por el Municipio, su fiscalización resta de ser transparente y fidedigna, según indicaron.

“La mejora de la situación sanitaria ha hecho que nos volvamos a encontrar muy de a poco y empecemos a habitar los espacios culturales independientes, con programación, volviendo a ensayar, trabajando en los eventos que son parte de la agenda cultural de todo el año en la ciudad. Por supuesto que es muy difícil después del año en el que vivimos en el que no se ejecutó ni un solo peso para Cultura”, dijo el referente de las ramas escénicas del Consejo Cultural Consultivo, Lucas Sánchez.

“Lo cierto es que muchos compañeros y muchas compañeras han tenido que dejar su actividad artística o cultural o restarle tiempo para sumar otras actividades y otros tipos de trabajos para poder sobrevivir. Y eso hace que la situación del sector cultural independiente sea mucho más difícil. Los costos de poner en actividad una obra o una actividad cultural son altísimos”, afirmó Sánchez.

Pese a las adversidades, la Cultura local continúa resistiendo debido a la organización, autogestión y ayuda mutua de sus trabajadores y trabajadoras y el apoyo escaso de algunas líneas de subsidios provinciales y nacionales. De todos modos, el casi nulo apoyo municipal representa un impedimento determinante para su vital y esencial desarrollo en todas sus dimensiones.