El estudio DreamWorks vuelve a los personajes y la temática de su exitosa animación de 2017. 

No es una perogrullada aclarar que Un jefe en pañales 2 es la segunda parte de Un jefe en pañales (Tom McGrath; 2017), porque entender y disfrutar una depende de haber visto la otra, lo que constituye un demérito. 

Dejando eso de lado, la acción retoma la historia –basada libremente en los libros escritos e ilustrados por Marla Frazee- unas tres décadas después, con los protagonistas adultos y separados por sus opuestos estilos de vida. 

Tim está dedicado a su esposa Carol y sus dos hijitas y Ted es un tan solitario como exitosísimo empresario, aunque cuando se hace evidente que en el exclusivo colegio de una de las niñas se cuece algo raro ambos no sólo se reencontraran, sino también – a instancias de una nueva “Jefa Bebé”- volverán a convertirse en los niños que fueron, para conjurar el peligro que se cierne sobre su familia y todas las familias. 

Nueva correría realizada por el mismo equipo creativo que la anterior, con la misma mezcla de fantasía y suspenso “alla James Bond” y su imprescindible villano hambriento de poder – ¡y golosinas!-; además de muchas referencias cinéfilas para el público adulto y escenas disparatadas y coloridas –las del pony a la cabeza- para el infantil. 

Pero como la mayoría de las secuelas ha perdido frescura; en este caso se machaca demasiado en la moraleja familiar y las versiones dobladas locales impiden disfrutar de las voces de Alec Baldwin, Jeff Goldblum  y demás intérpretes.

Ficha técnica/ Dirección: Tom McGrath. Guion: Michael McCullers. Música: Steve Mazzaro, Hans Zimmer. Edición: Mary Blee, Mark A. Hester. Voces originales: James Marsden, Alec Baldwin, Amy Sedaris. Origen: USA; 2021.