El Colegio de Trabajadorxs Sociales sede Bahía Blanca convocó al “Primer Foro de Trabajadorxs Sociales de Bahía Blanca” para debatir acerca de sus derechos laborales y la realidad local.

A partir de la precarización de las condiciones laborales y la desatención de los derechos de las personas, la institución que congrega a trabajadores y trabajadoras sociales de la ciudad convocó para debatir.

El encuentro se dio por plataforma virtual,  y en la agenda de temas se abordó la recuperación de los procesos de lucha y reclamo de los años 2019, 2020 y 2021; el desarrollo  de las condiciones propias de cada sector socio ocupacional de la ciudad, además de acuerdos y líneas de acción colectiva.

La función del Colegio es acompañar los procesos de trabajo de las y los profesionales así como también los procesos de capacitación continua, desde conversatorios online a seminarios. “Por ejemplo, hoy se realiza en la provincia una capacitación específica vinculada a los y las colegas que quieren ingresar a la residencia en salud”, explicó la trabajadora social, Marta Cimarosti.

El Colegio además posee un rol social en la promoción y protección de las condiciones laborales de trabajadores y trabajadores sociales. “Si bien hay una tendencia a la precarización esto se ha profundizado en contexto de pandemia y esto va a la par los procesos de empobrecimiento creciente y significativo de la población usaría con la que trabajamos”, indicó.

“Estamos de alguna manera tensionados como colectivo profesional por dos cuestiones. Una son las propias condiciones de trabajo y otras las condiciones agudización de las problemáticas sociales de las poblaciones con las que trabajamos”, detalló Cimarosti respecto a la situación actual del colectivo profesional.

La profesión en pandemia

Cimarosti habló sobre el contexto actual: “Un análisis de la pandemia desde los marcos teóricos y categoriales que utilizamos nos muestra que no trajo nada nuevo en relación a la pobreza y desigualdad sino que se profundizaron y se hicieron más evidentes. Justamente trabajadores y trabajadoras sociales somos  los efectores del sector público que trabajamos de forma directa frente a estas situaciones. Entonces entendemos que nuestro rol tiene un valor muy importante en este contexto”.

Además, destacó: “A veces cuesta que seamos considerados como personal esencial. Nuestras prácticas cotidianas nos dicen que la centralidad de nuestra función es acompañar procesos de acceso a necesidades básicas como la alimentación”.

De esta forma, el Colegio de trabajadores y trabajadoras sociales continúa trabajando para poner en valor su campo profesional en todas sus dimensiones, además de su gran rol como gestores, en el marco de las políticas públicas, de recursos que ayuden a resolver los derechos básicos de las personas en situación de vulnerabilidad.