El Merendero Comedor «Ayuda Solidaria» asiste a más de 200 personas de diferentes barrios de la ciudad, a la vez funciona como una institución en el barrio, ante las diferentes problemáticas de servicios, violencia y educación.

Surgió hace 8 años, como una iniciativa que buscaba generar un espacio en el que los niños y niñas pudieran realizar diferentes actividades y tener un lugar seguro. Su coordinadora, Verónica Carro, trabaja con otras tres personas en la planificación de propuestas y cocina, armado y reparto de viandas.

“Antes de la pandemia teníamos básquet, danza y apoyo escolar. Ahora seguimos con esto último, y sumamos un grupo de costura donde realizamos insumos para ayudar a los hospitales: batas, gorras, todo lo descartable”, contó Carro y agregó que “hacemos esto porque nos gusta, para sacar a los chicos de la calle y porque la gente se pone muy contenta con nuestra ayuda”.

Además, acompañan a mujeres víctimas de violencia de género junto a una asistente social, e intentan reubicarlas ayudando a conseguir viviendas y mercadería; a adolescentes con problemas de adicciones; y articulan con el PAMI para facilitar a las y los ancianos a acceder a su medicación.

“Durante la pandemia tuvimos que asistir a muchos contagios porque no tenían la ayuda que corresponde, llevamos viandas y medicamentos puerta a puerta”, informó Carro, en comunicación con Ecomedios. “Somos como una gran familia, cuando nosotros tuvimos Covid, la misma gente que ayudamos, se preocupó por ayudarnos. Es un grupo muy lindo, se nota el amor y la unión que hay”  

Sin embargo, explicó que actualmente la situación se ha complicado porque faltan cada vez más insumos para cocinar, por falta de donaciones: “Tuvimos que reducir los días de entrega de comida porque no damos abasto. Hace un mes sufrimos un robo, se llevaron una olla grande que usábamos para cocinar, así que estamos trabajando con ollitas”, explicó.

“Mucha gente prefiere ayudar a quienes plantan bandera, y no a los que tienen necesidades reales. Yo no permito que vengan a ayudar a cambio de una foto, por respeto a la gente que viene”, enfatizó, y aclaró que únicamente recibe ayuda de Federico Susbielles y del delegado de Villa Rosas, Gustavo Avellaneda.

“No solo atendemos a gente de Villa Delfina, sino de Spurr, Villa Rosas y viene gente hasta de Rojas al 3000. Muchos comentan que no reciben ayuda en sus barrios, así que se acercan a buscar comida acá. Vienen 230 personas, entre ellas 98 menores”, remarcó la coordinadora del merendero.

Carro indicó que las principales necesidades, además de una olla para cocinar, son verduras y menudencias ya que “mi intención es que no falte ningún nutriente en la comida. Tenemos muchos chicos que vienen a comer, muchas mujeres embarazadas, y no queremos darles algo incompleto”.

Además, su próximo proyecto consiste en establecer un espacio al que los chicos y chicas en edad escolar puedan acercarse para tener acceso a computadoras con internet: “Queremos seguir ayudando, hay muchos que no tienen la posibilidad de estudiar porque no pueden tener internet. Muchos vienen a mi casa, pero queremos que eso crezca”.

Las donaciones se pueden acercar a Neuquén 2556 o contactarse por teléfono al 291-15-4428266.