El proyecto autogestivo es muy reciente llevado adelante por una vecina bahiense.

Soledad Velázquez es madre soltera y necesitaba conseguir con urgencia una fuente laboral que le permita sostenerse a ella y a sus hijos. De esta manera, comenzó desde su hogar a realizar producciones por cuenta propia y ni bien podía conseguir un poco materia, cocinaba para vender en el barrio.

Con el acompañamiento de Cáritas, Soledad empezó su emprendimiento de panificados y potenció su venta ambulante y para encuentros institucionales. La incorporación de un horno pizzero y una amasadora donada por la entidad el pasado mes de mayo le permite hoy en día disponer mejor su tiempo y no esforzar sus brazos y espalda con el amasado que requiere el oficio.

“Soy mamá de cinco chicos, soy sola y a través de Cáritas empecé a hacer panificados. Al tiempo empecé a conocer gente y trabajar donde se realizan los bolsones de verdura. Antes tenía una cocinita a gas común y hacía la masa en fuentones porque era lo que tenía. Cáritas me brindó la oportunidad de poder trabajar para salir adelante”, contó Velázquez.

Actualmente, produce pan de harina candeal, pan casero común y con chicharrón, 80 golpes, tartas dulces, medialunas, tortafritas, alfajores, entre otros panificados y los comercializa en el punto de encuentro donde se realiza la entrega de bolsones de verduras del INTA y también en el Puerto de la ciudad. Debido a la situación sanitaria, de momento la venta particular se encuentra en pausa.

“A mí esto me ayuda muchísimo y al estar sola sin poder contar con el aporte del papá de los nenes. Me gustaría que pueda haber muchas más producción, y que esto crezca y avance. También que podamos tener más oportunidades de poder vender y demostrar que se puede seguir adelante. Acá la mayoría son mujeres que han sido violentadas”, explicó Velázquez sobre sus deseos a futuro.

Gracias a las maquinarias recibidas, Velázquez adquirió la posibilidad de diversificar sus producciones y empezar a lograr autonomía de la cocina parroquial o de Cáritas Arquidioceseana.

Si bien Soledad actualmente es la única produciendo, le gusta la idea de poder compartir la propuesta con otras mujeres. De hecho, un proyecto de formar una panadería está en marcha.