La alimentación de niños y niñas es fundamental para que crezcan de manera saludable y formen buenos hábitos. Mariela Storniolo es Licenciada en Nutrición -M.P. 3632 y M.N. 8703- y nos cuenta cómo es la situación actual de la nutrición infantil y cómo un adulto puede contribuir a mejorarla. 

En primera instancia, Mariela recomienda crear una rutina de sueño y de una alimentación basada en las cuatro comidas diarias -desayuno, almuerzo, merienda y cena- y dar el ejemplo como adultos, ya que los niños y niñas copian para aprender.

“Es importante organizar la alimentación en la rutina de los niños y niñas, ya que en las primeras etapas de la vida se forman hábitos que perduran para toda la vida. El año pasado se perdieron muchos de estos hábitos y actualmente a los niños y niñas les está costando volver a organizarse, sumando a esto que nadie en casa está organizado por la variabilidad de horarios de trabajo, el home office y la falta de trabajo”, profundiza.

“Durante la pandemia el consumo de alimentos en general aumentó, por estar en casa, por no tener actividades para hacer, por aburrimiento. Por eso, se está viendo que los niños han aumentado de peso de manera muy acelerada. Sumado a esto, la actividad física y el movimiento disminuyeron por no poder salir ni hacer actividades escolares y extraescolares, lo que ayudó al aumento de peso” destaca la nutricionista pediátrica y alude a que la situación nutricional ya tenía cifras muy elevadas en obesidad y desnutrición infantil desde antes de la pandemia que profundizó la situación en chicos y chicas de 6 años en adelante.

Cambio de hábitos

Los alimentos más elegidos por niños y niñas suelen ser los alimentos azucarados y ultra procesados por su influencia publicitaria. El deseo por ellos, sumado a ideas mal instaladas en la sociedad, hace que muchas veces se pierda de vista que cada niño y niña tiene requerimientos nutricionales distintos que dependen de la genética, el sexo, gasto energético y actividad física que realizan. 

“Hay ideas instaladas sobre la alimentación desde hace tiempo, muy difíciles de revertir, que hacen que haya errores en la alimentación. Siempre se creyó que un niño sano era un niño ‘gordito’, o que darle una golosina como premio era hacerles un bien. En realidad, acciones de este tipo contribuyen a que la alimentación no sea equilibrada como debería ser. También se suele ver como ‘raro’ a un niño que elige una fruta y agua antes que una gaseosa y un alfajor, por lo que como adultos debemos respetar y ofrecer las distintas opciones”, explica Mariela y opina que sería importante incorporar la materia nutrición en el nivel inicial. 

Además, expresa que de la mano de la obesidad y/o sobrepeso vienen distintas situaciones que hasta hace unos años no se veían en niños y niñas, por ejemplo, la hipercolesterolemia, triglicéridos aumentados, hipertensión arterial y resistencia a la insulina.

Por último, para revertir esta problemática es importante fomentar y naturalizar el consumo de frutas y verduras, ofrecerlas continuamente y que se vea al adulto consumirlas.  La Grafica de Alimentación Saludable es una buena guía para saber cómo administrar alimentos y comprender que no hay comidas prohibidas, pero sí que deben consumirse con menor frecuencia.