Se realizó el conversatorio “Los desafíos de la Economía Popular en el Turismo”, donde se presentaron conceptos y experiencias asociativas para poner en valor una nueva manera de encarar proyectos en el sector, anclados en el territorio y con una mirada de género.

Se hizo el primer conversatorio virtual de la Red de Mujeres del Turismo Argentino (MujerTur) 2021, impulsada desde de esta agrupación federal junto a la Dirección de Turismo del Municipio formoseño. El encuentro se tituló “Los desafíos de la Economía Popular en el Turismo”.

La disertación estuvo a cargo de la integrante de la Federación de Cooperativas Mujeres Atenea Limitada y de la Cooperativa de Trabajo Enredo Limitada, Patricia Pascual; y de la profesora diplomada superior en desarrollo local y economía social, María Esther Schneider.

Al inicio del encuentro, hubo una introducción de las organizadoras de la charla, la directora de Turismo de Formosa Cristina Salomón y de la integrante de MujerTur, doctora Lilian García.

Salomón destacó que el encuentro tuvo inscripciones de personas de todas las provincias, así como de países limítrofes como Paraguay y Perú, que trabajan en sectores afines a la temática. Claudia Gleria, parte del área turística de Formosa dio detalles de diferentes servicios y asistencias municipales que se realizan dirigidos a emprendimientos autogestivos y cooperativos en la ciudad.

A su turno, la docente oriunda de Santa Fe y que disertó desde Valencia, España, María Esther Schneider, se centró en pensar la economía desde un modelo diferente al que ofrece el capitalismo extractivista y financiero. Remarcó que las mismas experiencias que subsisten en el mundo hacen pensar que es posible, “más allá de las utilidades económicas, prácticas que no estén orientadas a la acumulación del capital sin límites”, y que apunten a una “economía social, democrática, distributiva y sustentable, revalorizando sus propios saberes”.

Ante una intervención de la integrante de MujerTur Lilian García quien señaló que el concepto “oenegista” de “emprendedurismo” se vive como una práctica individual en un mercado liberal, Schneider aportó que el cooperativismo ofrece un modelo de crecimiento con inclusión social, y que tanto el turismo como cualquier práctica de trabajo debe pensarse siempre como actividad “no sólo económica, sino socioeconómica”, con determinados impactos y en relación a otros agentes. Ambas coincidieron, por ejemplo, en la incidencia del Estado.

“Se trata de una serie de lazos y redes de solidaridad, una economía del trabajo que posibilite que estas unidades se vinculen de manera que junto al mercado y al Estado, dé lugar a la reproducción de la vida, priorizada por sobre el capital”, detalló Schneider.

Utilizando como ejemplo la historia reciente de la Argentina, indicó que al modelo de ajuste de la década del ’90, se hizo lugar a economías solidarias producto de la crisis de 2001. “Sabemos que el trabajo es el mejor ordenamiento social y esencial para la creación de vínculos”, dijo y agregó que es fundamental, entonces, su transformación: “salir de la actitud de derrota, utilizando proyectos sustentables”.

Turismo y territorio

La docente especialista expresó que si bien estos proyectos surgen en los momentos de mayor pobreza, uno de sus obstáculos es que “se la visualiza como una economía de pobres” y esto tiene un “impacto cultural en la gente que trabaja en el turismo”, por lo que es necesario repensar las economías asociativas y ponerlas en valor.

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