El Jardín Botánico de Bahía Blanca acompañó el proyecto “La Huerta Comunitaria para el fomento de la soberanía alimentaria en territorio”, y actualmente continúa trabajando en la iniciativa de crear huertas en centros comunitarios de la ciudad.

“Nosotros arrancamos el año pasado cuando se empezó a presentar el tema de las huertas, y colaboramos un poco en el desarrollo del proyecto; inicialmente la idea era colaborar con talleres de armado de plantines, aportando el lugar, pero por el tema de la pandemia no se pudo”, explicó la coordinadora de proyectos de educación ambiental del Botánico, Ana María Domínguez.

Por estos motivos, buscaron la forma de adaptarse y brindaron gran cantidad de compost y árboles para dar “un poco de marco a la huerta, sombra, biodiversidad”, además de asistir a colaborar.

“En el Jardín Botánico tenemos una huerta educativa, pero no nos especializamos en eso. Nos interesó mucho la iniciativa de ETSA para poder dar independencia a las familias de los barrios que podían empezar a producir sus alimentos. Nosotros hacemos educación ambiental y nos parece excelente para extender el trabajo en los barrios y poder trabajar, además de con las familias, con los chicos”, afirmó la referente, en comunicación con la Cooperativa Ecomedios.

“Queremos que la gente comprenda la importancia de las plantas, que no solo sirven para sombra u oxígeno, sino que sacamos medicinas, alimento”, enumeró Domínguez.

Al respecto, expresó que muchas veces durante los encuentros con niños y niñas de escuelas o diferentes instituciones que se acercan a su espacio ubicado en el Parque Independencia, “pasa algo muy raro. Cuando se pregunta si comen plantas, todos dicen que no. Y cuando empezamos a enumerar las cosas que vienen de las plantas, toman conciencia que están presentes en cada cosa que consumimos”.

Domínguez, quien además participa como voluntaria y acompaña a ETSA en la creación de las huertas en El Meren, el Centro Comunitario San Ignacio de Loyola y Pintando Sonrisas, remarcó la importancia de tener plantas y huertas en las casas ya que “en general son barrios que no tienen mucho verde, y hay que generar conciencia sobre tener un barrio verde para poder cultivar. La gente se aleja de las plantas cuando no comprende su necesidad: tienen muchos beneficios”, puntualizó.

Las huertas comunitarias están en proceso de armado, y parte de su objetivo es contar con la colaboración de vecinos y vecinas del barrio. Sin embargo, está abierta la convocatoria para voluntarios y voluntarias que quieran participar.