Miniserie documental sobre el género musical anglosajón que se convirtió en canal de expresión latinoamericano.

El 16 de diciembre de 2020, el servicio de streaming Netflix presentó como producción original esta miniserie de seis episodios -de alrededor de una hora-, dedicada a repasar los sesenta años de historia del rock en castellano.  

La idea de rodarla surgió del productor Nicolás Entel, que compartió la escritura del guion con Nicolás Gueilburt y fue dirigida no casualmente por el fotógrafo y director argentino Picky Talarico, ya que durante buena parte de su carrera se dedicó a realizar videos musicales. 

El resultado es un documental de estructura bastante clásica, donde se suceden las entrevistas y el material de archivo, que sienta su mejor baza en que los entrevistados son los propios protagonistas de lo que se desea contar. 

Una historia que comenzaría en 1958, con la versión de “La Bamba” del  estadounidense de origen mexicano Ritchie Valens y llegaría al presente de ese género caracterizado por la fusión de rock con ritmos locales, que según Gustavo Santaolalla – protagonista esencial y coproductor de la serie- está en estado de hibernación. 

Desde su estreno, el ciclo ha tenido millones de visualizaciones y recibido tantas quejas como elogios. Las primeras por la presencia u omisión de nombres o países o la preeminencia de unos sobre otros y los segundos por su atractivo visual y narrativo. 

Lo cierto es que logra mostrar el andamiaje de una construcción plural y enorme, estableciendo correspondencias entre estilos musicales y movimientos sociales, políticos y económicos y eso no es poco. 

Pero habrían quedado cientos de horas de entrevistas fuera de la edición final, por lo que podrían surgir algunos un spin-offs para llenar los huecos.