La Escuela de Educación Primaria N°40 «Juan Vucetich», ubicada en el barrio de Ingeniero White, continua su rol pedagógico y acompaña a familias en situación extrema vulnerabilidad.

El equipo directivo y docente trabaja mancomunadamente desde antes y aún más, con el comienzo de la pandemia. El establecimiento educativo funciona desde hace tiempo como espacio que trasciende lo estrictamente escolar, es un núcleo de contención social de gran importancia para el barrio. 

Con la emergencia sanitaria la situación cambió pero la firme convicción de seguir siendo sostén perduró: “Al principio nos costó porque no sabíamos cuánto tiempo iba a durar. Cuando ya se comentaba que era posible que suspendan las clases, cada maestra hizo un cuadernillo con actividades. Los chicos siempre tuvieron tareas”, explicó su directora, María Elisabet Román.

Tal como sucede en muchas instituciones escolares que trabaja con sectores vulnerables de la sociedad, la problemática de la brecha digital se puso de relieve por la falta de acceso a dispositivos tecnológicos y a internet. “Nunca pudimos hacer una clase virtual con los chicos, los grados superiores pudieron trabajar bien con videollamadas pero no los más chicos”, explicó Román.

Ante eso, la directora relató que “cada maestra hizo un grupo de Whatsapp donde envía tarea, audios, videos explicativos o imágenes pero como todos no tienen datos móviles o un celular que puede permitir el uso de la aplicación Whatsapp ni el dispositivo que permita la conexión muchos quedan afuera de todo eso”.

Esfuerzos redoblados

La imposibilidad de desarrollar el proceso pedagógico desde la virtualidad implica una situación que excluye y aumenta las posibilidades de deserción escolar de muchos estudiantes. Sin embargo, el equipo docente y directivos implementaron estrategias de acompañamiento a todo el alumnado, además de dar apoyo y contención a las familias. 

 “Siempre hicimos hincapié en el cuidado y en el vínculo, porque muchas veces no teníamos una devolución de la tarea de los nenes si tratamos de mantener el vínculo o sea que cada maestra le preguntaba a la familia como estaba; que se yo, a veces el prestar una oreja es muy importante y eso los padres lo valoran bastante”, concluyó Román.

La escuela también está preparada con un equipo de orientación escolar integrado por una trabajadora social, asistente educacional y maestro recuperador que se encargan de hacer un seguimiento en profundidad de estudiantes. La institución también confecciona y entrega a las familias los bolsones enviados por el Consejo Escolar.