El centro comunitario Loyola pide colaboración para seguir asistiendo a familias
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La institución del barrio Spurr se reinventó a partir de la declaración del aislamiento preventivo obligatorio, lo que los llevó a buscar alternativas para ayudar a más de 500 familias que se encontraban en situaciones carenciadas. 

El Centro Comunitario «San Ignacio de Loyola», ubicado en Diagonal Spurr 2627, es una institución dedicada a la contención y desarrollo de actividades educativas, deportivas y recreativas para niños y adolescentes. Sin embargo, a partir de la pandemia, se orientó a mitigar las necesidades de los vecinos y vecinas.

Mabel Agüero, presidenta de la comisión, contó que durante los primeros meses hacían entregas de bolsones cada 10 días, pero ahora es cada 20. “Hay un cansancio generalizado; la gente que colabora está cansada, y la contracara es que cada vez hay más familias que vienen buscando ayuda”, afirmó. 

Remarcó que el mes de octubre fue especialmente crítico, ya que la Municipalidad cambió sus donaciones de bolsones por tarjetas con un monto de $800 para comprar alimentos.

“La gente recibió la tarjeta, pero esa plata ya no alcanza, está desvalorizada. Y algunos todavía no lo cobraron”. La realidad, expuso, “la gente sigue viniendo a buscar productos, y cada vez se hace más difícil”. Además de la baja de la Municipalidad, se suma la de dos empresas.

Agüero contó que la situación durante estos meses les dejó como saldo positivo poder “generar un trabajo en contacto con otras organizaciones del barrio, merenderos y comedores. Nos hemos conocido más y armar una red comunitaria”

Trabajo voluntario y comunitario

Al centro acuden familias de los barrios Spurr, Villa Talleres, Villa Serra, Villa Evita, 1810, Villa Rosario, Moresino y Villa Rosas. Actualmente cuentan con la colaboración de 20 voluntarios que están separados en dos grupos para asistir en días diferentes a cocinar y hacer la entrega de las donaciones. También realizan ferias los sábados.

“Este año estuvimos abocados exclusivamente a ayudar a las familias”, expresó la directora, y agregó que esperan poder volver a realizar sus actividades pronto. Entre las propuestas que tenía el centro, se enumeran una escuelita de fútbol, talleres de capacitación en costura para mujeres y jóvenes,  de manualidades y kermesses. No reciben ningún tipo de subsidio, por lo que salen adelante gracias a los voluntarios y socios. 

Por el momento se reciben donaciones de artículos de canasta básica, colchones, ropa, pañales o artefactos eléctricos. También tienen una cuenta corriente a nombre del Centro Comunitario Spurr «San Ignacio de Loyola», para colaborar con dinero; Banco Credicoop CBU 1910127155012708347732.

Categoría: Local
2020-11-05 23:53:25
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