La ciencia que estudia el territorio físico y político, sin embargo, en las últimas décadas y ante las demandas sociales, se ha introducido en un campo más humanístico, como la perspectiva de género y diversidad sexualidad.

José Larreche, es geógrafo y becario del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas ( CONICET) y ha centrado sus investigaciones en la geografía sexual, principalmente en los colectivos homosexuales.

“Hay un montón de mujeres: negras, ricas, pobres, lesbianas, y más. A partir de ahí la geografía empieza a volcarse también hacia lo sexual. Hablar de diversidad sexual o sexualidades está emparentado a las mujeres aunque no es lo mismo», explica José y agrega que tras la aprobación del matrimonio igualitario en el 2010 hay riquezas en la conformación de comunidades LGTBIQ.

Según lo analizado por José, los colectivos de diversidad sexual en nuestra ciudad tienen espacios de reunión en cervecerías y espacios de arte independiente bajo la consigna de lo bohemio o en fiestas itinerantes o irrupciones en el escenario de las marchas de orgullo que tiene que ver con lo cultural y político.

En referencia a la ley, dice: “Algo tan deseado como el matrimonio igualitario ha hecho descansar a las metrópolis y ha despertado un montón de procesos en los lugares no metropolitanos».

Y expone que «En Bahía blanca, por ejemplo hay muchas cosas que comenzaron a  yuxtaponerse. Por un lado tiene una sociedad conservadora pero también tiene un montón de circuitos de espacios independientes muy interesante. Las sexualidades y la cultura siempre han estado ligadas.”

Durante la actual pandemia, indica que ha mermado la parte cultural y de marcha, aunque se reactivaron los espacios virtuales y el sexting.