“Revalorizar lo hecho a mano cuidando al medioambiente”
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“Vicentitas” es el emprendimiento que Verónica Cardesa lleva adelante desde el 2016, y a través del que se propuso crear diversos objetos con técnicas de producción artesanal, entre las que se destaca el tejido a dos agujas que aprendió de su abuela a los 10 años.

Previo al lanzamiento de su proyecto, en 2014, “me puse a aprender crochet sola, con unas revistas y mi persistencia. Me encantó. Así que empecé a tejer muchísimo, a pedido de mis hermanas y amigas también. Justo coincidió con el momento en que el Facebook era la estrella, así que me animé, me hice un perfil y ahí arrancó ‘Vicentitas’”, recordó Verónica.

De esa manera, se involucró con la tarea de realizar todos productos de fabricación artesanal: “Hago tejidos a crochet y dos ajugas, que van desde cuellitos y gorros, hasta amigrumis, sacos, vestidos y polleras. Además, confecciono accesorios en tela como barbijos, contenedores y scrunchies”, enumeró.

Asimismo, y en pos del compromiso que tiene con el cuidado del medioambiente, “me encanta reciclar, por lo que hago customizados que significa personalizar una prenda. Por ejemplo, a un jean que te aburrió le podés poner piedras, encajes, puntillas, galones o pintarlo. Es decir, que vuelva a circular. La industria de la moda, es el segundo contaminante del planeta, después del petróleo. Por eso está bueno reutilizar ropa en desuso y que con unas pequeñas modificaciones puede volver a usarse”, afirmó.

Para Verónica, el trabajo manual es algo muy valioso. Por lo tanto, desde un primer momento, se preocupó por “revalorizar lo hecho a mano cuidando el medioambiente. Un producto artesanal te asegura exclusividad, diseño, tiene escaso impacto ambiental en su elaboración, sabés quién lo hizo, que materias primas usó, y eso te asegura durabilidad y calidad”, sostuvo.

“’Vicentitas’ soy yo, Verónica, que hago todo”

Con esas palabras, la impulsora de este proyecto bahiense, se refirió a la labor que con gran pasión y compromiso desempeña a diario: “Tejo, coso, customizo, hago las fotos, subo a las redes, hago videos. Lo que hacemos todos los emprendedores, pero obviamente atrás tengo el apoyo de mi marido, mi hijo y mi familia”.

Respecto al nombre del emprendimiento, explicó que surgió por su abuela que se llamaba Vicenta. “Ella me enseñó a tejer cuando era una niña, y tengo los mejores recuerdos de tardes compartidas tejiendo, destejiendo, charlando, ovillando; ella arreglando, con una paciencia de oro, todos mis errores. Rememora la mejor parte de mi infancia inolvidable y quise simbolizar ese vínculo”.

Como parte de su labor, Verónica también participa en ferias. “Me encanta porque es donde uno puede mostrar su trabajo en vivo y en directo, donde la gente te puede preguntar cosas. Las redes sociales son de gran ayuda, pero el contacto personal es distinto y te permite conocer otros emprendedores con los que surgen alianzas, ideas, amistades, muy buena onda. El ambiente emprendedor es muy solidario y colaborativo”, destacó.

Por último, expresó que como objetivos a futuro espera “seguir creciendo, que la gente me conozca cada vez más y valore los productos artesanales. Me gustaría organizar, en algún momento, encuentro de tejedores tanto para quienes ya se dediquen a eso, como para quienes quieran aprender, para conocernos y enseñar; generar lazos”.

Y, siguiendo esa línea, finalizó: “Me parece importante educar un poco respecto a que el tejido no es una actividad de gente mayor, no tiene sexo, ni edad y puede ser una salida laboral. Todavía hay quienes creen que tejer es de abuelitas y estar sentada todo el día, sin tener una vida activa”.

Quienes deseen conocer más sobre Verónica Cardesa y “Vicentitas” pueden visitar su Facebook e Instagram, o comunicarse vía WhatsApp al 2914423374.

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