El Encuentro Nacional de Mujeres celebró su 34 edición en La Plata, fue la segunda ocasión que la ciudad funcionó como sede del evento. La comisión organizadora, en su documento de cierre, dio a conocer que más de 200 mil mujeres asistieron a talleres, conversatorios y a la histórica movilización.

“Participar del Encuentro de Mujeres realmente marca, cuando escuchaba que decían que era un antes y un después, pensaba que era exagerado. Y verdaderamente, no. Es el Encuentro, lo que se trabaja, lo que se puede compartir y lo que está por detrás, que también es parte del Encuentro”, confiesa Paz Bongiovanni, bahiense que tuvo la posibilidad de asistir porque actualmente reside en la ciudad de La Plata.

Admirada por la asistencia de adolescentes y jóvenes, trabajando sobre las identidades diversas, celebró “te abrazas y te hermanas con otras mujeres que no conoces, escuchar sus testimonios, llorás y sentís que nos pasa lo mismo, que no estamos solas”. Paz se identifica con el feminismo comunitario, “siento y creo que podemos compartir, escucharnos desde una mirada plurinacional y desde el feminismo ancestral”.

El movimiento es la expresión de las luchas de las mujeres, y tiene una frecuencia anual, fue declarado por sus participantes como federal, plural, autónomo, democrático, horizontal, autosostenido, autoconvocado, plurinacional, feminista, popular y diverso.

Daniela Cardillo, docente bahiense, también logró asistir al Encuentro, “me encantó, y esa palabra le queda chica, pero no sé cuál usar. Hace años que tenía ganas de ir, pero se hacían lejos y por una cuestión de dinero y  tiempo siempre me quedaba con las ganas. Y soy muy cobarde, ver tantas mujeres juntas, la multitud, más lo que salía en los medios, me asustaba”.

La imagen formada por medios de comunicación influyó en su deseo de participar, “son muy inteligentes quienes no muestran a las mujeres prendiendo fuego todo o pintando paredes, pero tenemos que ser más inteligentes y vivir las cosas, que no nos las cuenten; así descubrí que era todo mentira”. Rescata de la experiencia la gran ayuda y disposición de otras mujeres para cuidarse entre sí durante las jornadas, si bien, no eran conocidas, la sola convivencia determinó que esto sucediera.

 “Los talleres son la columna vertebral del Encuentro”, afirmó Virginia Calzada Fraché, otra de las asistentes. “está bueno contar que son de manera asamblearia, colectiva y se van construyendo de esta forma los saberes”. Hubo entre 87 a 115 talleres y conversatorios, y se tuvieron que disponer de muchos más espacios para su realización.

“Por primera vez se realizó el Taller Niñeces, conformado por chicas de 14 años, y fue totalmente coordinado por ellas”, subrayó La comisión organizadora contó con la colaboración de 150 instituciones escolares, sitios donde las mujeres se alojaron el fin de semana. “La ciudad fue otra; fue un fin de semana que la ciudad tuvo el doble de habitantes”, confirmó Paz.

“Alegría, glitter, hermandad y reconocimiento fueron lo más predominante”, resumió Virginia. Las expectativas para el próximo encuentro son las mejores, “no voy con miedo, ya sé cómo es la movida”, asevera Daniela.

“Hay que seguir creciendo en lo que significa la horizontalidad verdadera, es muy difícil y hay que seguir trabajando”, opina Paz. La próxima sede será la ciudad de San Luis, en 2020, las tres asistirán a la cita.

Imagen portada: cerdito Daniela Cardillo